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Shamil Tanaka: un musulmán japonés para el batallón Dudayev

Demostración anti-rusa de Cáucaso Libre en las calles de Copenhague en febrero de 2010. Tanaka (con la cámara fotográfica en bandolera), Isa Munayev (mirando hacia atrás) e Ilyas Musayev (con el megáfono) aparecen en la foto junto a otros líderes de la zona del Cáucaso

En una de las redes sociales, Ilyas Musayev señalaba recientemente que el periodista japonés Shamil Tanaka había sido una de las primeras personas en comprometerse con la creación del Batallón Dudayev. La organización Cáucaso Libre ya adelantó, en un comunicado del 3 de abril de 2014, que entre las primeras inscripciones en el Batallón se encontraba la de Tanaka. La cercanía personal de este japonés con los líderes de Cáucaso Libre parece fuera de toda duda. Tras la muerte de Isa Munayev, Tanaka recogía en su página de Facebook la despedida a quien definía como un “gran amigo”. Hay alguna evidencia gráfica de la conexión entre los líderes chechenos afincados en Dinamarca y el periodista japonés. Por ejemplo, Munayev, Musayev y Tanaka estuvieron presentes el 23 de febrero de 2010 en Copenhague en un acto de denuncia de la política rusa en el Cáucaso.

Pero, ¿quién es Shamil Kosuke Tsuneoka Tanaka, este japonés cercano al Batallón Dudayev?

Según relató él mismo en la sección The Observers de la televisión internacional francesa France24, cuando tenía unos veinte años, Shamil Tanaka tiene su primer contacto con el movimiento islamista. En 1992, durante un viaje mochilero por el norte de África, entabla amistad con un miembro del FIS, militantes con los que entonces pasa dos semanas.

En 1993, Tanaka viaja durante dos semanas a Afganistán para conocer de primera mano cómo se iba construyendo el nuevo estado islámico que por entonces intentaban consolidar los que él define como talibanes. En realidad, ese movimiento sólo empezaría a tener presencia a partir de 1994. Tanaka se refiere, probablemente, a personajes como Rabbani, Massoud o Hekmatyar, por entonces en plena lucha armada por el poder.

Por encargo de una televisión de Nagasaki, Tanaka vuelve a Afganistán en 1998. Se reúne con uno de sus antiguos amigos afganos en Jalalabad, miembro de los talibanes y convertido en vicegobernador de Mazar-i-Sharif. Esta visita coincide en el tiempo con la toma de la ciudad norteña por las fuerzas talibanes. En ese viaje afgano, Tanaka visitaría también al comandante Massoud en la zona tribal del noreste de Afganistán. Durante ese viaje, pasa tres meses en los países de zona, visitando también Tayikistán, la India y Pakistán.

En 1999, Tanaka viaja a Chechenia. A través de Georgia, sigue a grupos chechenos armados hasta Grozny, ciudad en la que trabaja enviando material de vídeo a televisiones japonesas. Con la frontera georgiana cerrada al paso, se ve obligado a esperar en un campo de refugiados chechenos dirigido por yihadistas. En ese periodo, algunas fuentes sitúan también a Tanaka durante algún tiempo como periodista freelance en Moscú.

El relato empieza a resultar más confuso a partir de aquí, cuando aparece un primer caso de secuestro. Según una nota del Committee to Protect Journalism, de marzo de 2002, Tanaka habría desaparecido en 2001 en Georgia, secuestrado en la zona de Pankisi y retenido durante varios meses por individuos no identificados. Habría sido capturado de camino a Chechenia, territorio que quería visitar con el objetivo de entrevistar a representantes del movimiento rebelde.

El último contacto de Tanaka con la familia se produce, vía correo electrónico, a finales de julio tras llegar a Tbilisi. Por entonces, se comunica también con un amigo al que señala su inteción de volver de Chechenia a Georgia ese mismo mes.

En un intento de reconstruir su viaje a partir de distintos relatos, incluido el suyo o el del medio alemán erkanet.de, Tanaka habría acompañado entre junio/julio y octubre a un grupo de yihadistas que preparaban un ataque en Abjasia, apoyado por las autoridades de Georgia. Se trataba de la milicia de Khamzat Gelaev y de su intento de penetración en Abjasia a mediados de 2001. Erkanet señala que vehículos militares georgianos llevaron a Tanaka de Pankisi al oeste de Georgia junto a grupos chechenos.

La acción en Abjasia es el resultado de un acuerdo del Estado de Georgia con Gelaev, comandante de la fuerza chechena en Pankisi, compuesta por unas 600 personas, entre las que el grupo más poderoso era el de Arman Baraev. El acuerdo permitiría a Gelaev disponer de armas y suministros por parte de Georgia en caso de conseguir penetrar en Abjasia. Según según las propias declaraciones de Tanaka recogidas por abkhazworld.com, junto a los chechenos había en la unidad de Gelaev voluntarios de Ucrania y Azerbaiyán.

Los georgianos acabaron abandonando a su suerte al grupo de Gelaev, que se vio obligado a sobrevivir durante tres meses por los bosques de la zona, acosado por el Ejército ruso en el área de la garganta de Kodori, entre Abjasia y Rusia. Tras el fracaso del intento de Kodori, Tanaka vuelve el 7 de diciembre de 2001 a Pankisi junto al resto del grupo de Gelaev. De Pankisi los servicios especiales le llevan a Tbilisi para luego entregarlo ante representantes de la embajada de Japón en Azerbaiyán. El CPJ, citando a Tass, señala por su parte que Tanaka es liberado durante una operación de rescate del ejército de Georgia.

En febrero de 2009, en una presentación introductoria de un debate sobre “Rusia bajo el dominio de la Policía Secreta y sus conflictos en el Cáucaso”, organizado por el Foro Japonés sobre Relaciones Internacionales, Tanaka da un poco más de sentido a la historia. Señala que fue autorizado por el grupo de rebeldes chechenos a estar con ellos y, luego, entrar en mayo de 2001 en el valle de Pankisi. En su intervención, Tanaka presenta a la Rusia de Putin como un estado sin ley dominado por un FSB que actúa sólo en base a sus propios intereses, sin siquiera subordinarse al Emperador, como en la época zarista, o al Partido, como ocurría durante el periodo soviético.

En cualquier caso, la amistad con los miembros de la milicia chechena llevaría a Tanaka a convertirse al Islam en torno al periodo 2000-2001. Tras su aventura georgiana, Tanaka dice haberse desplazado a Irak y Palestina, antes de volver a Afganistán en 2009. Pasa sin embargo por el Cáucaso ruso a mediados de la década. En diciembre de 2004, la web oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia publica una entrevista con Georgiy B. Vlaskin, Jefe del centro de prensa del Ministerio. En esa entrevista, Vlaskin menciona la detención de Tanaka el 19 de noviembre en Nazran, Ingushetia. La detención se produce con motivo de las actividades periodísticas realizadas por Tanaka, con diversos contactos con refugiados chechenos. Los contactos los realiza de forma ilegal, al disponer de un visado de negocios que no las autoriza. Tanaka ni siquiera intentaría registrarse como periodista ante las autoridades competentes en el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Las autoridades de Ingushetia le requisan además un teléfono por satélite, usado sin los permisos exigidos en Rusia.

En una nota de Reporteros sin Fronteras de diciembre de 2004, en la que se le presenta como especialista en el Cáucaso, se señala que es expulsado del país, con una prohibición de entrada a Rusia por cinco años. La nota señala que Tanaka había llegado el 24 de octubre a Rusia, contactando con un comité de madres de soldados y luego, en Vladikavkaz, con víctimas de la tragedia de Beslan.

Según cuenta Tanaka, en Afganistán volvería a sufrir un nuevo secuestro a cargo de lo que el Daily Mail define como “militantes aparentemente Talibanes”, en realidad miembros del Hizb-e-Islami de Gulbuddin Hekmatyar. La detención se produce en Kunduz, entre el 31 de marzo y el 2 de abril de 2010, tras lo que los captores exigen un rescate. El rastro de Tanaka se pierde después de un tweet enviado el 1 de abril en el que señalaba haber viajado a un área controlada por los talibanes en el norte de Afganistán.

Aunque no recibe ningún apoyo por parte de Japón, Tanaka es liberado el 5 de septiembre de 2010. Según el Daily Mail, habría conseguido liberarse por su cuenta, cuando quedó claro que no habría pago, facilitando la liberación el hecho de ser musulmán practicante. Otras interpretaciones, de mayor interés periodístico, señalan que habría conseguido enviar a su cuenta algún tweet señalando que se encontraba encarcelado en Kunduz.

Abu al Walid Al Shishani y Tanaka

Abu al Walid Al Shishani y Tanaka

Las redes que había conseguido establecer a lo largo de los años, en especial en Chechenia, le permitirían con posterioridad penetrar en Siria. Uno de sus antiguos compañeros yihadistas chechenos, refugiado en Georgia, le comenta que su hijo está combatiendo en Siria. A través de este contacto, y con el apoyo de la ONG islamista turca IHH (tal y como señala en una intervención en junio de 2013 en Imadegawa), cruza en abril de 2013 la frontera de Turquía, entrando de forma ilegal en Siria.

Tanaka consigue llegar hasta Muslim Abu al-Walid al Shishani, Murad Margoshvili, comandante de Jund al-Sham, una milicia que combate junto a Al Nusra. Pasa 18 días con el grupo, compuesto mayoritariamente por chechenos, o chechenos de origen, pero con fuerte presencia igualmente de ciudadanos europeos o de refugiados en Europa. Tanaka entrevista a muchos de ellos durante el periodo en que se desarrolla la batalla de Jabal al-Turkman.

Pese a aparecer en el cartel, Tanaka dice no ser yihadista ni salafista

Pese a aparecer en el cartel, Tanaka dice no ser yihadista ni salafista

Con la ayuda de Jund al Sham, Tanaka vuelve en octubre de 2013 a Siria y entabla amistad con el Sheikh Omar al Suri, un clérigo wahabita radical y líder local del ISIS. Éste le acepta y le trata como un amigo. Según Tanaka, los yihadistas están dispuestos a hablar con quienes demuestran ser imparciales. Antes de incorporarse al ISIS, Omar al Suri, Omar Raghba o Gharba (Al Khojji), fue inicialmente miembro del Ejército Libre Sirio.

En un artículo de noviembre de 2013 en The Long War Journal, Lisa Lundquist recoge la opinión del líder de una unidad yihadista en Latakia que dice que el japonés se integra plenamente entre los combatientes del ISIS. Señala que Tanaka va adónde le apetece en las áreas donde el ISIS está presente y es libre de hacer lo que dese. Los militantes confían completamente en él.  “Creo que es debido al hecho de que se presentó como musulmán desde el principio, pero también gracias a su cobertura objetiva del Estado Islámico de Irak y el Levante. Este hombre ha demostrado que no ha tomado partido en su trabajo”.

La corresponsal de guerra Nadezhda Kevorkova, en un artículo en RT, señala que, según Tanaka, los líderes de ISIS no muestran por entonces ninguna animosidad hacia Occidente, reservando sus palabras de odio para Assad y los chiitas. Según Tanaka, los militantes yihadistas con los que se relaciona en ese periodo, a diferencia de Al Qaeda, “no lanzan ataques que tienen como objetivos a civiles”.

Pero las cosas pronto empezarán a cambiar en las relaciones entre ISIS y Occidente. Un nuevo viaje de Tanaka a finales de verano y principios del otoño de 2014 tiene un nuevo componente, condicionado por el secuestro en agosto del japonés Haruna Yukawa por ISIS. Contactado por Wassim Nasr, de France 24, Tanaka le señala haber pasado varios días en Siria a primeros de septiembre de 2014 para negociar con los secuestradores de Yukawa. Dice actuar en solitario, denunciando que las autoridades japonesas han tratado de impedir su iniciativa.

El 28 de enero, una noticia del Courrier International de París, señala que, en el periódico japonés Asahi Shimbum, Tanaka critica que el gobierno no haya tomado ninguna medida para liberar a los rehenes antes de difundir los videos amenazantes del ISIS en las redes sociales. Precisaba que los secuestradores de Yukawa le habían contactado en octubre para que actuara de intermediario y como intérprete durante el juicio a Yukawa. «Aunque el Sr. Yukawa se convirtió al Islam, no hablaba ni árabe ni Inglés. Estaba dispuesto a desplazarme al lugar. Pero la policía japonesa allanó mi casa, sospechando que sea, entre otras cosas, un reclutador yihadista«, señala Tanaka.

Shamil Tsuneoka Tanaka junto a Omar al Suri, del ISIS

Según el periodista japonés, Tanaka estaba planeando el viaje para hacer todo lo posible por Yukawa pero no pudo finalmente salir de Japón al retirarle el pasaporte las autoridades de aquel país. Éstas le acusan de colaborar en el reclutamiento por el ISIS de un joven yihadista y allanan el 6 de octubre su domicilio en busca de material comprometedor. La acción coincide en el tiempo con una noticia de la agencia francesa Médias-Presse-Info en la que se señala que la policía japonesa investiga a varios estudiantes sospechosos de pretender viajar a Siria para incorporarse al ISIS. Uno de ellos, de 26 años, habría sido identificado como estudiante de la Universidad de Hokkaido, reclutado por Internet.

A pesar de todo, Tanaka se mostraba aún dispuesto a negociar la liberación inmediata del rehén, colaborando con otro japonés convertido al Islam, Hassan Nakata, a cambio de ofrecer algún tipo de ayuda humanitaria al ISIS. Pero seguía enfrentándose a la posición del Gobierno de su país. En su blog, escribe: “No podemos hacer un intento de contacto con ellos [ISIS] ahora mismo, ya que supone riesgos para nuestros contactos, ahora que la policía japonesa ha rastreado información de los contactos del Estado Islámico y están ahora fastidiándoles”.

El 10 de marzo de 2015, Elsa Buchanan, en el International Business Times, señala que Tanaka consigue salir de Japón para deshacerse de la creciente vigilancia de las autoridades de su país. Según ella, Tanaka llega el 2 de marzo a Vietnam. Ahí vuelve a ponerse en contacto con Omar Raghba.

Shamil Tsuneoka Tanaka afirma que no sabe utilizar ningún arma y puede que así sea, a pesar del largo tiempo pasado en los bosques de Abjasia con las milicias chechenas. Pero es, sin lugar a dudas, una fuente de gran interés para conocer las interrelaciones entre los distintos movimientos yihadistas en el mundo y su posible relación con los acontecimientos de Ucrania. Su historia da algo de credibilidad a la hipótesis de que militantes del ISIS podrían tener interés en llegar a ese país para participar en el conflicto o, quizás, para utilizar Ucrania como vía de paso hacia el interior de Europa. Según Marcin Mamon, en The Interpreter, los miembros del ISIS, o de grupos yihadistas radicales similares, ya estarían en realidad en Ucrania. No sería nada extraño dado el paralelismo de este conflicto con lo sucedido en los años 90 en los Balcanes.

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