Entrada actual
Donbass, Ejército Ucraniano, Rusia, Ucrania, Zelensky

En privado

El 24 de abril, The Washington Post, un medio que ni antes ni después del inicio de la intervención militar rusa ha escondido su postura proucraniana y antirrusa, publicó una serie de informaciones relativas a la actuación e intenciones de Kirilo Budanov y el Directorio Principal de Inteligencia Militar (HUR) del Ministerio de Defensa de Ucrania que dirige. En una forma de confirmar algo que ya ha quedado claro observando el desarrollo de los acontecimientos, el medio estadounidense afirmaba que Budanov había dado orden a sus subordinados de preparar ataques en Moscú que debían realizarse el 24 de febrero de 2023 coincidiendo con el primer aniversario de la invasión rusa. Las diferentes operaciones evidentemente organizadas por la inteligencia militar ucraniana y desarrolladas por los diferentes grupos utilizados a modo de fuerzas especiales por parte de Budanov eran precedentes perfectamente coherentes con esas intenciones publicadas por The Washington Post.

Episodios recientes como los intentos de forzar el Dniéper en la zona de Jersón, el operativo que fracasó en capturar la centrar nuclear de Energodar, la muerte de cuatro miembros de Bratstvo en el oblast ruso de Briansk o la realizada por voluntarios rusos miembros de grupos neonazis y de extrema derecha han dejado claro el tipo de actuaciones realizadas por los subordinados de Budanov. Su reciente admisión de que “matamos rusos y seguiremos matando rusos” apunta también a la participación del HUR en atentados terroristas contra personas en los territorios ucranianos bajo control ruso, pero también en Rusia. Es de sobra conocido que la inteligencia militar ucraniana ha puesto el énfasis en el sabotaje en la retaguardia rusa y las palabras de Mijailo Podoliak, que afirmó que la actividad aumentaría y que habría de considerarla una contraoperación militar especial, confirman que se trata de algo planificado y organizado. El uso para ello de batallones nacionalistas, muchos de ellos radicales, y aparentemente no tan profesionales como se esperaría de las fuerzas especiales no debe confundir. El uso de grupos irregulares que no necesariamente son parte de las estructuras oficiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania busca poder desmarcarse de las actuaciones en caso de fracaso, pero también facilita las habituales declaraciones oficiales, que adjudican a grupos de partisanos rusos las acciones de sabotaje o terrorismo en Jersón, Zaporozhie, Crimea, Donbass o la Rusia continental.

Sin embargo, esa narrativa contrasta con la facilidad con la que pueden refutarse esas declaraciones. Incluso los medios occidentales han seguido acciones de grupos vinculados a Budanov, que de forma implícita se ha adjudicado los éxitos conseguidos por sus subordinados. Gran parte de esos actos han sido calificados por la prensa como audaces, sin que hayan mediado grandes críticas hasta ahora. La publicación del artículo de The Washington Post rompió esa tendencia. Aunque en parte legitimador de la actuación de sabotaje contra las tropas rusas, el texto es relevante por mostrar la relación jerárquica de Estados Unidos y Ucrania y por confirmar las intenciones del Gobierno ucraniano. En marcha los planes de un ataque que debía ser importante y que probablemente habría ido más allá de un dron sin capacidad de causar grandes daños sobre el Kremlin, las autoridades estadounidenses obligaron a Budanov a cancelar esos planes. No toda la administración estadounidense es favorable a la guerra total que supondría el inicio de ataques continuos más allá del territorio ucraniano.

Esa postura no parece, a día de hoy, minoritaria. Así lo indica la actitud de Estados Unidos ante el misil que impactó en Polonia causando la muerte de dos civiles. Frente al intento de Ucrania de lograr con ello una mayor participación de la OTAN en la guerra, la rapidez con la que Washington rechazó esa posibilidad indica que no hay voluntad de enfrentamiento directo con Rusia. Sin embargo, el riesgo que implica la posibilidad de que la guerra desborde el territorio ucraniano no parece ser un factor para el Gobierno ucraniano, quizá acostumbrado a contar con el apoyo incondicional de sus aliados ante cualquiera de sus actos, desde el inicio de una operación antiterrorista para acabar con las protestas de Donbass a bombardeos de parques a plena luz del día durante la guerra de Donbass o el rechazo a implementar el acuerdo de paz firmado.

Como ocurriera en el caso de los planes de ataques profundos e intensos en territorio ruso de Budanov, la publicación de una serie de filtraciones referidas a las propuestas de Zelensky más allá de Ucrania es significativa por el medio en el que se produce, The Washington Post. El sábado, el diario estadounidense publicaba las propuestas del presidente de Ucrania para realizar ataques más allá del territorio ucraniano, ideas que contrastan con la insistencia del Gobierno de Kiev en que Ucrania no ataca ni va a atacar territorio ruso. Ese argumento, que aunque repetido convive con la certeza de que Ucrania ha atacado y ataca territorio ruso, es clave en el discurso ucraniano, ya que es la base para presentarse como un proxy fiable que no va a actuar de forma alocada contra su enemigo. Zelensky volvió a repetirlo en Berlín para exigir a sus aliados una coalición de países que suministren aviación occidental. También ese ha sido el argumento para exigir a la OTAN misiles de largo alcance ante las reticencias occidentales, que Kiev parece achacar al temor de que Ucrania vaya a atacar ciudades rusas.

“En privado, el líder ucraniano ha propuesto avanzar en una dirección aún más audaz ocupando aldeas rusas para adquirir un elemento de presión contra Moscú, bombardear el oleoducto que transporta petróleo ruso a Hungría, miembro de la OTAN, y apuntando en privado al uso de misiles de largo alcance para atacar objetivos dentro de las fronteras rusas según documentos clasificados de la inteligencia estadounidense que detallan las comunicaciones internas con los principales asesores y líderes militares”, afirma el artículo. Las filtraciones no pueden considerarse prueba definitiva. Sin embargo, estas propuestas que Zelensky habría planteado son perfectamente coherentes con los planes de Kirilo Budanov, el poderoso jefe de la inteligencia militar de Ucrania, que no solo no ha sido cuestionado por Zelensky, sino que ha llegado incluso a ser considerado para un ascenso en sustitución del ministro de Defensa Oleksiy Reznikov.

Las contradicciones entre el discurso público y la actuación política y militar de Ucrania han sido patentes a lo largo de todo el conflicto. La actuación de Ucrania en el proceso de Minsk es una buena prueba de la forma en que Ucrania ha actuado según sus intereses y contrariamente a sus promesas, sus compromisos y sus palabras. La situación no ha cambiado y con un apoyo occidental aún más incondicional, no puede sorprender que las palabras de Zelensky sean radicalmente opuestas a sus intenciones.

Comentarios

Aún no hay comentarios.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Reportes del frente archivados.

Registro

Follow SLAVYANGRAD.es on WordPress.com

Ingresa tu correo electrónico para seguir este Blog y recibir notificaciones de nuevas noticias.

Únete a otros 47K suscriptores

Estadísticas del Blog

  • 2.226.665 hits