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Alto el fuego, Donbass, Donetsk, DPR, Ejército Ucraniano, LPR, Minsk, Ucrania

Sobre las retiradas del frente

Artículo Original: Anna Dolgaeva / Vzglyad

La última vivienda que quedaba en pie en Jelobok, uno de los puntos calientes del frente

El 14 de octubre volvió a fracasar la retirada de armamento de la línea del frente entre Ucrania y la RPD/RPL. El bando ucraniano alegó que las Repúblicas habían violado el régimen de silencio. Esta no es la primera retirada de armamento de la línea de separación que fracasa. De hecho, los intentos de retirada se remontan a 2015. Los militares ucranianos siguen obstinadamente negándose a hacer concesiones. La RPD y la RPL, en cambio, se han retirado unilateralmente en varias ocasiones. Y de ello no ha salido nada bueno.

Shirokino

“¿Estás mintiendo, Anna? No puede ser que los nuestros se hayan retirado de Shirokino”, me pregunta un soldado. Ha pasado varios meses en la cama de un hospital, herido cuando el ejército de la RPD luchaba en el famoso Shirokino. Había resultado herido en invierno y entonces era julio de 2015. La República Popular de Donetsk tomó la decisión sin precedentes de desmilitarizar unilateralmente la zona de Shirokino.

“Apelamos a Kiev y personalmente al presidente de Ucrania a seguir el ejemplo del liderazgo de la República Popular de Donetsk e inmediatamente iniciar la completa desmilitarización y cese de los bombardeos en Shirokino y otras zonas de Donbass. La responsabilidad del fracaso del alto el fuego en Shirokino y otras zonas de las línea de contacto ahora recae únicamente en el bando ucraniano”, afirmó el líder de Donetsk. Kiev, por supuesto, le escuchó. Las tropas ucranianas entraron en la desmilitarizada localidad de Shirokino de forma prácticamente inmediata. Rápidamente se convirtió en un bastión del Ejército Ucraniano.

En aquel momento, Lugansk también hizo una retirada unilateral que no gustó a todos. El médico del batallón cosaco Yermak me llamó: “¡Imagínate, la estación de tren que tomamos!” Los cosacos lo hicieron por su cuenta. Un par de soldados del batallón desaparecieron y tomaron la estación de Marievka. Perdieron a dos hombres. La alegría duró poco. Enseguida llamó el Estado Mayor y dio la orden de retirada a las posiciones originales. Decían que Marievka está en la zona gris y que los cosacos solos buscaban medallas. La muerte de dos chicos fue en vano. Ahora, en 2019, Marievka ya no está en la zona gris. Hace tiempo que lo tomó el Ejército Ucraniano.

Debaltsevo

Las colinas Zvezda y Krest, en las cercanías de Debaltsevo, se encontraban en la zona gris. A finales de 2016 comenzó la “ofensiva de pequeños pasos”. Las tropas ucranianas comenzaron a ocupar la zona neutral. Todo empezó con banderas sobre las ciudades cercanas a esas colinas. Después pasaron a las alturas.

Llegué allí en invierno, el transporte era intermitente y no había taxistas dispuestos a ir a la zona de guerra. Conocí a unos deprimidos chicos de Lugansk. Alguno dijo “que vaya, que escriba”. Me llevaron a la morgue. Allí yacían los cuerpos de soldados ucranianos con las caras ensangrentadas. “Eso no es todo. Allí, en el campo de minas, según me dijo un oficial, había unos veinte. No recuerdo el nombre, puede ser Dima. Llamamos al día siguiente para que los recogieran, no hay motivo para que estén tirados ahí. Me dijeron que las alturas estaban controladas por la artillería de Lugansk, la mejor del mundo, y que el ratón no iba a escapar. Entonces Zvezda cambió de manos varias veces. Y cada vez hubo muertos.

Jelobok

En 2017, la “ofensiva de pequeños pasos” continuó. Mientras Lugansk y Donetsk retiraban tropas unilateralmente, ya fuera para decir algo a los observadores o a dios, mientras que Kiev no dudaba en admitir que su ocupación de zonas desmilitarizadas estaba en pleno auge.

La zona desmilitarizada de Jelobok está en la región de Lugansk. A finales del verano de 2017 solo quedaban allí un par de personas mayores y el pueblo estaba dividido entre los dos ejércitos. Todo lo que no capturó el enemigo ha sido destruido ahí mismo. El comando ucraniano decidió tomar el pueblo en un asalto rápido y decisivo.

A las cinco de la mañana, el Ejército Ucraniano intentó avanzar sobre Jelobok. Logró tomar algunas casas. Contaban con la perpetua falta de personal en el frente. Sin embargo, puede que por accidente, además de los soldados de Prizrak, que ahora son el 14º Batallón de Defensa Territorial de la RPL, había varias unidades de la Cuarta Brigada. Y trabajó la artillería. Cuando acabó el día, los ucranianos ya habían pedido una tregua para recuperar los cuerpos de sus muertos. También murieron dos soldados de la artillería de Lugansk.

El equilibrio de fuerzas no favorecía de ninguna manera a Lugansk, así que pregunté: ¿cómo fue posible mantner Jelobok? (si Ucrania lo hubiera capturado, habría sido un buen punto para atacar localidades vecinas y la ciudad de Kirovsk). La respuesta: “heroísmo planificado”, que se ha convertido en una forma de vida para los soldados de Donetsk y Lugansk que se encuentran en la línea del frente, en sus posiciones asignadas, pese a que la zona neutral está, prácticamente al completo, ocupada por Ucrania.

Ahora, en 2019, Jelobok sigue como territorio desmilitarizado, a pesar de que ha habido muchos que han luchado y han muerto protegiéndolo. En otras zonas de la RPL apenas queda zona neutral. La distancias más pequeña entre los dos bandos en Lugansk es de unos ochenta metros.

Es más o menos así en el lugar de donde ahora quieren que nos retiremos, Zolotoe. Los soldados de Azov tomaron las armas para defenderlo, alegando que, si el Ejército Ucraniano se marchaba de esta zona, se quedarían. Los guerreros de la luz…

Guerreros de la luz

Quien no se ha encontrado con Azov, se ha enfrentado a las consecuencias de Aidar. Así fue en la liberada zona de Novosvetlovka, en la región de Lugansk. En 2014, Lugansk estaba rodeado y Novosvetlovka fue capturado por el batallón Aidar. ¿Qué historias se pueden contar? ¿La de dos chicos obligados a cavar trincheras? Uno recibió un tiro en la cabeza. Hasta luego, chaval, no eras lo suficientemente patriota. ¿La historia de quienes pasaron los bombardeos en una iglesia? La pálida y envejecida Irina Sergeevna me contaba que los alrededores estaban minados y que un chico mantenía a unos cincuenta vecinos allí como rehenes. Tatyana perdió a su marido, que salió de casa el Día de la Independencia de Ucrania y murió por una bala perdida. Yury Ovchinkov fue apaleado, atado a un árbol y abandonado allí cuando comenzaba el bombardeo. Los soldados del batallón Aidar creían que era un espía y pensaron que sería divertido ver si sobrevivía al ataque o no. Yury sobrevivió. Lo encontró la milicia debajo de un árbol cuando llegaron para liberar Novosvetlovka. Yaisa Yakovlevna tiene ahora 75 años y también fue apaleada. La golpearon tanto que perdió la visión de un ojo. Sigue viviendo en un mundo de fantasmas. Un amigo había dejado su coche en su casa. Alguien se había llevado las baterías. Soldados del batallón Aidar las querían y apalearon a la mujer para que les dijera quién se las había llevado.

Cavando

Este año se ha conseguido la retirada de Stanitsa Luganskaya. Ahora se habla de retirar las tropas de Zolotoe y Petrovsky. Tengo amigos luchando a pocos kilómetros de allí. Les pregunto qué hacen. “Cavar”, responden. Cavar trincheras es importante en una guerra de trincheras, es la primera barrera, una que te puede salvar y que sirve de refugio. El bando ucraniano no quiere perder sus trincheras.

“Estoy convencido de que ahora, la retirada de la línea de contacto sería un terrible error. Las posiciones del Ejército Ucraniano están equipadas y estamos en invierno. Dejar las fortificaciones que se han construido y salir a campo abierto sería muy peligroso”, escribió en Twitter el expresidente de Ucrania, Petro Poroshenko. Comparten su opinión Biletsky y el batallón Azov, que llenó de polvo sus zapatos y se fue a la zona neutral a prometer proteger la tierra aunque las tropas ucranianas se marchen.

En estas circunstancias, lo principal es no repetir un viejo error: evitar una retirada unilateral de tropas. Que no ocurra otra vez que se retiren las topas de las Repúblicas, cediendo nuevos territorios a los soldados ucranianos.

Es improbable que las tropas ucranianas cumplan con la retirada. Que el régimen de silencio se cumpla una semana consecutiva es pura utopía. No hay un solo día sin bombardeos. ¿De qué tipo de silencio estamos hablando? Especialmente ahora, que la retirada de tropas es incómoda para ambos bandos.

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