Armas y apoyo internacional

Anunciando una futura victoria, tras la cual Ucrania negociará con Rusia -nadie sabe qué exactamente, si la victoria va a producirse en el campo de batalla-, las autoridades de Kiev continúan suplicando a sus aliados de la OTAN más armas y más financiación para continuar la guerra a largo plazo. “Está claro que el camino de Putin a la mesa de negociaciones transita únicamente a través de derrotas en el frente”, escribió la semana pasada Dmitro Kuleba anunciando futuras derrotas rusas en un frente en el que Kiev trata de hacer ver que existe un desequilibrio que sus socios tienen la obligación de solventar.

Sin embargo, esa historia de David contra Goliat que Ucrania también trató de utilizar cuando se enfrentaba únicamente a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, choca con la realidad. Ucrania heredó de la Unión Soviética, no solo una industria militar potente, sino un ejército bien armado que continúa demostrando a diario que no carece de munición y que está dispuesto a utilizarla. Es precisamente ese uso intensivo -en muchos casos contra objetivos civiles indiscriminados- lo que provoca la escasez de munición.

Artículo Original: Tetyana Montyan

La prensa estadounidense vuelve a revelar interesantes detalles sobre el suministro de armas y su uso por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania. The Washington Post informa de que los estadounidenses se han encontrado con algunas dificultades con el envío de sistemas lanzacohetes múltiples a Ucrania y que en un par de semanas se añadirán otros ocho a la primera entrega de cuatro. Un total de doce sistemas MLRS, que según el general Ben Hodges “no está ni cerca de ser suficiente”.

Las cosas van mejor en lo que respecta a la artillería. Un total de 200 howitzers M777 han sido enviados a Ucrania de países de la OTAN. Las Fuerzas Armadas de Ucrania los usan de forma tan intensiva que varias docenas de obuses ya han tenido que ser enviados para reparar los cañones, dañados por el sobrecalentamiento. Para dejar claro lo que el régimen de Kiev está haciendo para atacar Donetsk y otras ciudades del sureste, The Washington Post cita impresionantes estadísticas. Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han suministrado 250.000 proyectiles para sus 200 obuses. Esa es la cifra que el Ejército Ucraniano consume al mes.

Según las fuentes de The Washington Post y el Pentágono, las Fuerzas Armadas de Ucrania están bombardeando de forma tan intensiva utilizando los howitzers americanos que las fábricas de defensa de Estados Unidos han comenzado a trabajar a tres turnos para producir la cantidad requerida de proyectiles. Es algo extraño, desde luego, que la industria estadounidense tenga que producir a destajo proyectiles para solo 200 howitzers.

Hay que recordar que, a fecha de febrero de 2022, las Fuerzas Armadas de Ucrania disponían de unos 3000 howitzers que había heredado de la Unión Soviética. Imaginen la cantidad de proyectiles que las Fuerzas Armadas de Ucrania habrán disparado con tantos cañones. Las autoridades militares han dejado claro que, en esta guerra, las bajas de personal y pérdidas de equipamiento se han infligido precisamente con la artillería y no con misiles, bombas o armas ligeras.

Según las fuentes de The Washington Post, el Ejército Ucraniano está ya a punto de quedarse sin proyectiles para los howitzers soviéticos y Estados Unidos está intentando reiniciar su producción en Rumanía y Bulgaria. Si surgieran dificultades con la reanudación de la producción de proyectiles, miles de piezas de artillería soviética al servicio de las Fuerzas Armadas de Ucrania se quedarán pronto en silencio. Y sería hora de hacer algo contra la entrega de armas de países de la OTAN.