Buenas palabras y más mentiras

Esta semana se cumple un año de la cumbre de los jefes de Estado y de gobierno del Cuarteto de Normandía -Alemania, Francia, Rusia y Ucrania- que durante tantos meses había buscado Kiev. En ella, y con el apoyo de sus socios de la Unión Europea, Ucrania esperaba conseguir de Rusia concesiones unilaterales en forma de cambios en los acuerdos de Minsk, fundamentalmente la entrega del control de la frontera entre Donbass y Rusia como punto de partida para un proceso político según la interpretación ucraniana de los acuerdos. La cumbre tuvo como resultado la negativa de Rusia a tales concesiones en nombre de la RPD y la RPL y la certeza de que el apoyo de Francia y Alemania a Ucrania no es incondicional. Así se desprendía del comunicado final de la cumbre, que reafirmaba los principios de los acuerdos de Minsk tal y como fueron redactados, versión que desde 2015 ha defendido Moscú.

Doce meses después, y a pesar de los cambios que ha supuesto la pandemia de coronavirus a ambos lados de la línea de separación, la situación política continúa siendo la misma: con altibajos, la situación en el frente no ha variado, con un alto el fuego que sigue sin ser completo, y políticamente Kiev continúa negándose a negociar asunto alguno con Donetsk y Lugansk. El bloqueo continúa y las partes siguen culpándose entre sí. Y si la semana pasada en un acto informal de Naciones Unidas organizado por Rusia para dar voz a la población de Donbass las Repúblicas Populares recordaban que Kiev ha incumplido todos y cada uno de los compromisos adquiridos en la cumbre de París que ahora cumple un año, Zelensky ha querido celebrar ese aniversario de la forma habitual: presentando a Ucrania como garante en la paz y culpando a Rusia.

Así lo recogía ayer Antifashist

Ucrania ha mostrado a todo el mundo que está interesado en la paz, mientras que Rusia bloquea la implementación de los acuerdos alcanzados por en el “formato Normandía”. Es la afirmación que ha realizado el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en el aniversario de la cumbre de Normandía celebrada en París.

“El camino a la paz siempre está lleno de obstáculos. Pero este es el camino que ambas partes deben seguir. La actividad de Ucrania en el proceso de negociación ha mostrado a todo el mundo y, lo que es más importante, a los residentes de Donbass, que es quien está interesado en la paz y que es Rusia quien bloquea la implementación de los acuerdos”, afirmó Zelensky según cita el servicio de prensa del jefe de Estado.

Según Zelensky, pese a las dificultades, por primera vez en la guerra, fue posible “establecer un alto el fuego real, que generalmente se mantiene desde el 27 de julio de 2020”, que “ha salvado las vidas de decenas de militares y civiles ucranianos”.

El presidente ucraniano también apuntó que el Gobierno de Ucrania ha simplificado la admisión para los solicitantes de la RPD y la RPL en las instituciones de educación superior de Ucrania y que el país ha construido modernos puntos de entrada y salida en la línea de demarcación. “Ucrania es capaz de ganar la batalla por el corazón de los residentes de los territorios temporalmente ocupados. Estamos haciendo cosas muy específicas que claramente demuestran a todos los residentes de Donetsk y Lugansk que cruzan la línea de demarcación que Ucrania es mucho mejor que las estructuras disfuncionales no reconocidas”, afirmó.

 –Antifashist

A pesar de no haber cumplido completamente uno solo de los puntos acordados en París y tras repetidas declaraciones en las que ha quedado claro que Ucrania seguirá intentando modificar los acuerdos de Minsk a su favor por su negativa a cumplir con sus compromisos, Kiev sigue presentándose como la única parte que desea la paz. Kiev olvida los combates que se han producido recientemente en los alrededores de Gorlovka y la situación al sur de la RPD, donde la milicia popular ha sufrido bajas.

Todo ello para intentar conseguir la celebración de otra cumbre del formato Normandía en la que volver a intentar que, con el apoyo de Francia y Alemania, Rusia ceda y acuerde las concesiones que Kiev viene exigiendo desde 2015. Ucrania, que con sus actos, sus nombramientos para el Grupo de Contacto y las declaraciones sobre los representantes de Donbass continúa insultando a esa población a la que dice haber mostrado sus deseos de paz, persiste en su intención de no desviarse del camino marcado: exigir concesiones y culpar a Rusia de los incumplimientos ucranianos.

Y mientras tanto, se burla de la población con “facilidades” para ser admitidos en la educación o con instalaciones en la línea de demarcación, conscientes de que la población de Donbass no puede olvidar que Ucrania mantiene el bloqueo de Donbass que Zelensky prometió levantar y que incluye el bloqueo del sistema bancario, lo que obliga a la población a trasladarse a Rusia o Ucrania para tener acceso a sus cuentas corrientes. Con esas buenas palabras, el presidente ucraniano pretende ganarse los corazones de la población apenas unos días después de homenajear a los batallones voluntarios que Kiev envió para bombardearles.