Ucrania ataca Donetsk

El sábado por la noche, población y periodistas de Donetsk alertaban sobre el que posiblemente ha sido el peor bombardeo ucraniano contra la ciudad en los últimos siete años. Desde el peligroso verano de 2014 -cuando la guerra llegó a las puertas de la ciudad en el intento de Ucrania de sitiarla y aislarla de Lugansk y de la frontera rusa- y la toma del aeropuerto en 2015 -cuando se alejó algo más a las tropas enemigas- la capital de la RPD había sido uno de los lugares más seguros de Donbass. Era así especialmente en su centro, tan aislado de la guerra que solía hablarse de la disonancia cognitiva de una vida aparentemente normal a escasos kilómetros del frente. Mientras que sus afueras han sido bombardeadas repetidamente durante estos primeros ocho años de la guerra, el centro había quedado protegido por la distancia y por el sinsentido que suponía bombardear una ciudad en la que las posiciones militares se encuentran lejos del centro.

Todo eso ha cambiado recientemente. En marzo, un Tochka U causó una veintena de muertos en pleno centro de la ciudad. En aquel momento, Ucrania, como ha hecho sistemáticamente desde 2014, culpó a Rusia del bombardeo. Varios han sido los episodios de bombardeos de las zonas de viviendas unifamiliares cercanas al centro de Donetsk en estas semanas, pero la situación ha empeorado en los últimos diez días y es de esperar que continúe en esa línea a medida que se acerca la batalla por Avdeevka, punto fuerte de Ucrania en los alrededores de la ciudad más importante de Donbass.

La semana pasada, por primera vez en muchos años, Ucrania utilizó su artillería contra algunas de las zonas consideradas como más seguras de la retaguardia de Donetsk y de Makeevka, recordando a la población que, disponga o no de artillería pesada occidental, sigue teniendo la oportunidad y la voluntad de atacar, sin ningún sentido militar, una ciudad que perdió hace ocho años.

El bombardeo del sábado por la noche, que causó víctimas y numerosos daños, hizo reaparecer en la capital de la RPD las consecuencias del uso de los sistemas de lanzacohetes múltiples Grad, notorios por su capacidad de crear daños materiales, pero, ante todo, por su falta de precisión. El vídeo en el que, desde la distancia, pueden observarse los estallidos de los proyectiles, muestra lo que Ucrania está dispuesta a hacer para mantener la guerra en la ciudad.

El domingo, en sus informes del frente, la prensa occidental se refería al desarrollo de la guerra en Kramatorsk, Svyatogorsk o Severodonetsk, pero no hubo mención alguna a lo ocurrido en Donetsk, un ataque sin más objetivo que amedrentar a la población. Como recogen fuentes ucranianas críticas con el Gobierno es de esperar que este tipo de ataques se repitan, o incluso empeoren, a medida que Ucrania reciba la artillería pesada occidental con la que poder bombardear objetivos a una distancia incluso mayor. Así lo recogía ayer ZeRada:

Algo más sobre el ataque de artillería más fuerte en Donetsk desde 2014 que se produjo ayer [el sábado por la noche]. La guerra a gran escala que se produce desde el 24 de febrero ha afectado a prácticamente todo el país, pero, otra vez, el este se lleva la peor parte. Mariupol, Volnovaja, Járkov, Severodonetsk, Gorlovka, Donetsk.

Donetsk, que en parte estaba esperando esta guerra (como última opción de conseguir la paz), se ha hecho más peligrosa desde que empezó. Hay más bombardeos, miles de personas movilizadas, cientos de muertos y heridos.

Nuestros lectores de la RPD nos escriben que, hace una semana, comenzó una nueva oleada de movilización.

La guerra en dirección a Avdeevka no se está produciendo de la forma que la población de Donetsk la imaginaba en los últimos ocho años. Esperaban que, con la entrada oficial de la Federación Rusa, su presencia sería múltiple y el progreso, rápido. En la práctica, las tropas rusas se encuentran en Jerson, Zaporozhie, Járkov y Severodonetsk. En la zona de Donetsk, la milicia popular de la RPD es quien lleva el ataque por tierra. Aunque dispone de la cobertura de la aviación [algo de lo que carecía desde 2014, pero que no puede paliar las evidentes carencias materiales de una milicia popular que, a pesar de haberse defendido frente a un ejército mejor armado, sigue teniendo una fuerza inferior a la del Ejército Ucraniano-Ed].

La artillería ucraniana sigue siendo capaz de disparar prácticamente contra todo Donetsk. Con el inicio de la guerra, la cuestión del agua no ha hecho más que empeorar. O simplemente no hay suministro o lo hay uno de cada varios días dependiendo de la zona.

El principal temor de los residentes de la RPD es que la OTAN realmente entregue artillería de largo alcance y que los bombardeos sigan aumentando. Ese miedo se debe al hecho de que la OTAN puede restringir a Zelensky el uso de esos recursos contra territorio de la Federación Rusa. Así que la RPD/RPL se convertirán en los únicos objetivos posibles y justificados para Ucrania para usar esos sistemas.

El temor de la población de la RPD y la RPL está más que justificado. Ucrania, que perdió ciudades como Donetsk hace ocho años, un tiempo en el que la población no ha recibido de Kiev más que bombardeos, el bloqueo económico y acusaciones de autobombardeos, debe ser consciente de que no podrá recuperar a esa población. Y eso facilita para el comando del Ejército Ucraniano justificar bombardeos sin sentido contra la población civil en zonas que carecen de objetivo militar alguno.