Artículo Original: Vzglyad
La Rada ucraniana cesó oficialmente al primer ministro Arseniy Yatseniuk y nombró como nuevo jefe del gabinete al hasta ahora presidente del parlamento Volodymyr Groisman. Según cita RIA Novosti, 257 diputados votaron a favor de esta decisión que necesitaba al menos 226 votos favorables. Además, la Rada cumplió también la condición, según se ha publicado exigida por Yatseniuk, de retirar la decisión tomada en febrero de reconocer como insatisfactorio el trabajo del anterior gabinete.
En su discurso de despedida, el anterior primer ministro se dirigió a los diputados: “gracias a ustedes, oponentes y enemigos, por hacerme más fuerte”. “Juntos hemos hecho mucho por el país y por la población, pero necesitamos seguir adelante. Por favor, aceptad mi dimisión y sigamos haciendo grandes cosas”, afirmó Yatseniuk. Inmediatamente después de anunciar su dimisión, el ya retirado primer ministro abandonó la sala ante los aplausos y gritos de “buen trabajo”.
El pasado domingo, Yatseniuk anunció su decisión de dimitir, pero la crisis de gobierno, que ha incluido una moción de censura, ha durado más de dos meses. El 16 de febrero, el parlamento reprobó el trabajo del Gobierno de Yatseniuk, aunque no consiguió los votos suficientes para cesar al primer ministro. Después de eso, un número de fracciones anunciaron su salida de la coalición, lo que hizo imposible el trabajo de la mayoría parlamentaria.
Yatseniuk afirma ahora que tras su dimisión se debe “elegir inmediatamente a un nuevo Gobierno” y crear una nueva coalición en el Parlamento, imprescindible para evitar la inestabilidad.
Sobre todo, al elegir un nuevo Gobierno, la Rada se protege a sí misma de la posible disolución. Hay que recordar que esta semana, Petro Poroshenko había amenazado con disolver la cámara y convocar nuevas elecciones al Parlamento si no se daba luz verde al nuevo gabinete. “No se celebrarán elecciones anticipadas a la Verjovna Rada de Ucrania”, afirmó Yuriy Lutsenko (al que curiosamente se consideraba una de las opciones alternativas si finalmente Groisman rechazaba el puesto).
En su discurso en el Parlamento, dirigiéndose al nuevo Gobierno, Poroshenko afirmó que “el principal reto” del nuevo gabinete será la “renovación de Donbass” (palabras que han recogido literalmente las agencias de noticias) y la recuperación de la capacidad defensiva de Ucrania.
Con Groisman a la cabeza, el nuevo Gobierno contará con un número récord de viceministros: seis. Pero la composición en términos de nombres parece que no diferirá en exceso del gabinete de Yatseniuk. Según recoge RIA Novosti, Petro Poroshenko ha insistido en que el ministro de Exteriores Pavlo Klimkin y el ministro de Defensa Stepan Poltorak, mantendrán sus puestos. Tras muchas negociaciones, también mantendrá su cartera el ministro del Interior Arsen Avakov. También se mantendrán el ministro de Justicia Pavel Petrenko, el ministro de Información Yuriy Stets y el ministro de Juventud y Deporte Igor Zhdanov.
La lista de nuevos nombres está plagada de personas cercanas al presidente. Como informaba Tass, el ministerio de Energía estará liderado por Igor Nasalik (diputado por el Bloque Petro Poroshenko) y el ministerio de Finanzas –hasta ahora dirigido por la estadounidense Natalie Jaresko-, por Oleksandr Danylyuk, actualmente jefe de la administración presidencial y representante de Poroshenko en el Gobierno. También es indicativo el nombramiento de Nina Yuzhyanina, que durante años ha trabajado como auditora en compañías asociadas al imperio de Poroshenko.
Vergüenza y humillación
La composición del Gobierno ya ha causado las primeras críticas. “La propuesta de composición de Gobierno contiene seis viceprimeros ministros bajo el primer ministro y 16 ministros. De estos, solo uno de ellos proviene o ha trabajado en el este del país”, afirmó en el debate parlamentario el líder del Bloque Opositor [heredero del antiguo Partido de las Regiones] Yuriy Boyko, que también fuera en el pasado viceprimer ministro y ministro de Energía. “Los otros 22 miembros del Gobierno son o de Kiev o del oeste de Ucrania. Creemos que esto es una vergüenza y una humillación para nuestros votantes”, afirmó Boyko según cita Interfax.
La ex primera ministra y líder del partido Batkivschyna, Yulia Timoshenko, anunció: “Nuestro voto quiere decir que no hay confianza. Cambian las sillas, pero no las personas. Así que Batkivschyna pasa a la oposición democrática europea”.
Como apuntaba en declaraciones a la agencia Tass el analista político ucraniano Kostya Bondarenko, el nuevo gabinete dependerá de las relaciones entre las dos facciones que finalmente forman la nueva colación: el Bloque Poroshenko y el Frente Popular de Yatseniuk. Esta dos fuerzas “se chantajearán constantemente la una a la otra” y el Gobierno se convertirá en “un rehén de la coalición”, por lo que seguramente “no durará mucho”.
El director del centro de Investigación de Problemas de la Sociedad Civil Vitaly Kulik también duda del futuro del nuevo Gobierno. “El fracaso del Gobierno viene marcado por su construcción”, afirmó Kulik. “En la sombra y nombrando ministros que carecen de la confianza de la sociedad para el futuro Gobierno”. El experto predice que el Gobierno de Groisman será disuelto y se convocarán elecciones anticipadas.
La inestabilidad que se prevé se debe al hecho de que el hasta ahora presidente del Parlamento Volodymyr Groisman, que pasa ahora del poder legislativo al ejecutivo, no es un jugador independiente sino el representante de otro equipo.
Un joven profesional
Groisman, de 38 años, proviene de Vinnitsa [en el oeste de Ucrania]. Su padre, Boris Isaakovich Groisman, fue director de la empresa privada Yunost y entre 2002 y 2006 fue teniente de concejal en el consejo municipal de Vinnitsa. Según la edición ucraniana de Radio Svoboda, en 1994, a la edad de 16 años, Volodymyr Groisman fue nombrado director de una pequeña empresa y en noviembre de ese año se convirtió en director comercial de la empresa de su padre. Entre 1994 y 2005 (Groisman se graduó en derecho en 2003), ocupó posiciones ejecutivas en estructuras comerciales.
Groisman comenzó su carrera política en 2002, a la edad de 24 años, como concejal en la ciudad de Vinnitsa tras unas elecciones que ganó su padre. La carrera del más joven concejal de Vinnitsa culminó en 2005, cuando fue elegido alcalde de Vinnitsa.
En marzo de 2006, con 28 años de edad, Groisman, en aquel momento representante del partido Nuestra Ucrania de Viktor Yuschenko, fue elegido alcalde con el apoyo del entonces prometedor Bloque Yulia Timoshenko. En 2010 fue reelegido con un apoyo sin precedentes del 77,8% de los votos.
El golpe de Estado de 2014 impulsó la carrera de Groisman. Justo después de la victoria de Maidan, el 27 de febrero, el entonces primer ministro Arseniy Yatseniuk invitó al alcalde de Vinnitsa a ocupar el puesto de viceprimer ministro para desarrollo regional, construcción y vivienda. El principal objetivo del trabajo de Groisman debía ser el proyecto de descentralización del poder y autogobierno local (concretamente, debía dar a las comunidades el derecho a practicar su religión, tradiciones culturales y elegir la lengua de comunicación entre la comunidad, aunque el ucraniano seguía siendo la única lengua oficial).
El proyecto de Groisman continuó, ya en un nuevo puesto: el de presidente del Parlamento, que ocupó a partir del 27 de noviembre de 2014 (después de la presidencia de Oleksandr Turchinov, que pasó a dirigir el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional). Pero si Groisman ha podido ascender hasta convertirse en alternativa a Yatseniuk en el puesto de primer ministro, ha sido por la ayuda del entorno de Poroshenko. En febrero, cuando la crisis de Gobierno se hizo evidente, el jefe de la administración presidencial, socio de Poroshenko y multimillonario Boris Lozhkin mencionó a Groisman entre los candidatos.
Mayoría absoluta
El jueves la Rada registró la resolución sobre el nombramiento del presidente Volodymyr Groisman para el puesto de primer ministro. La víspera, el Bloque Poroshenko y el partido de Arseniy Yatseniuk, el Frente Nacional, apoyaron, con mayoría absoluta, la candidatura de Groisman para el puesto según informó el secretario de prensa del Parlamento, Dmitry Stolyarchuk. Así se cumplía la condición de Groisman (que requería ser apoyado por la coalición parlamentaria para aceptar el puesto de primer ministro). Según Stolyarchuk, en otra votación la coalición apoyó el nuevo Gobierno.
La coalición del Parlamento también decidió proponer a Andriy Parubiy, antiguo presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional y ahora diputado del Frente Nacional, para el puesto de presidente de la Rada.
La víspera, Groisman había anunciado que la coalición debería apoyar la composición del nuevo Gobierno. El mismo día, el líder del Bloque Poroshenko, Yuriy Lutsenko, afirmó que la negociación para encontrar nuevo primer ministro y la composición del nuevo gabinete había terminado.
Pero como apuntó Vzglyad, el cambio de sillas de Groisman para sustituir al primer ministro Yatseniuk ha sido de todo menos sencillo. Los días previos a la votación decisiva, la administración de Poroshenko, el propio Groisman y el anterior primer ministro lucharon por los puestos en los ministerios en una negociación que algunos periodistas han comparado al regateo en el mercado de Vinnitsa o de Chernivtsi, localidad natal de Yatseniuk.
“Groisman y Bankova (como se conoce a la administración presidencial) discuten sobre quién nombrará a ministros leales”, escribió en Twitter el diputado el Bloque Poroshenko Sergey Leschenko. Su compañero de grupo Mustafa Nayyem afirmó que Groisman no podría nombrar a un candidato para el puesto de viceprimer ministro, puesto que sería ofrecido a Vitaly Kovalchuk, protegido de Poroshenko.
“No hay acuerdo entre los socios sobre los candidatos del Bloque Poroshenko. El Frente Popular está esperando, pero la paciencia tiene un límite”, comentó en relación a las negociaciones el ministro del Interior Arsen Avakov, que en el anterior Gobierno formaba parte de la cuota nombrada por Yatseniuk. La diputada del Frente Popular Victoria Syumar afirmó que la responsabilidad por el retraso en la formación del nuevo Gobierno recaía exclusivamente sobre el Bloque Poroshenko.
Hasta estos últimos días, seguían existiendo opciones alternativas en caso de que Groisman no aceptara el puesto. Entre esas opciones estaba la hasta ahora ministra de Finanzas Natalie Jaresko o incluso se había mencionado el nombre de Stepan Kubiv, expresidente del Banco Nacional de Ucrania o el líder del Bloque Poroshenko en el Parlamento Yuriy Lutsenko.
Como resumió para Vzglyad el analista político Ruslan Bortnik, director del Instituto Ucraniano de Análisis y Políticas, la negociación se produjo a tres niveles. En primer lugar, entre Poroshenko y Groisman a un lado y Yatseniuk a otro. Después, entre el Bloque Poroshenko y Groisman. Finalmente, la negociación continuó entre los varios grupos de influencia que conforman el Bloque Poroshenko.
en nicaragua deciamos un somozismo sin somoza, es lo que ha fomentado el imperialismo yanky cuando sus titeres se han desacreditado tanto que es necesario cambiarlo, poner otra cara pero con la misma politica y servilismo al imperio.
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