Entrada actual
China, Diplomacia, Rusia, Ucrania

Zelensky, la cumbre «por la paz» y la postura del Sur Global

Coherente con su postura hasta ahora, China ha anunciado que no participará en la cumbre de paz que Suiza prepara para Ucrania y que se celebrará en apenas unos días. Conseguir una gran asistencia en términos de número de países presentes y alto nivel de la representación ha sido uno de los objetivos del Gobierno ucraniano durante estas últimas semanas de preparación de lo que debía ser la escenificación del consenso mundial de apoyo a Ucrania. La importancia de la fotografía es tal que Volodymyr Zelensky no ha dudado en utilizar el chantaje emocional de afirmar que “Putin aplaudiría” la ausencia de Joe Biden, argumento con el que el presidente ucraniano ha dejado claro el aspecto propagandístico de la cumbre. Con una agenda que ha quedado rebajada a cuestiones prácticas como la seguridad nuclear, el intercambio de prisioneros y el retorno de niños ucranianos actualmente en Rusia, Ucrania necesita compensar el bajo perfil del contenido de la cumbre con una imagen de fortaleza.

Para ello, Kiev ha tratado de lograr garantizarse la asistencia de China, una presencia que habría presentado como una derrota rusa en forma de pérdida de un aliado. Beneficiaba a Ucrania la actual propaganda occidental, que exagera sin dar ningún dato verificable la ayuda china al esfuerzo bélico ruso. La creación del discurso no se limita a dar por hecho que China actúa con respecto a Moscú de una manera similar a la de los países de la OTAN con Ucrania, sino que se presenta a la Federación Rusa como un país dependiente de su aliado del sur. China, que se ha beneficiado de los descuentos que Rusia ha tenido que aplicar a sus materias primas para mantener la cota de mercado en una parte importante de sus exportaciones, ha mantenido en la guerra una neutralidad que no le ha impedido continuar sus relaciones económicas con Ucrania y profundizar en su actual alianza política con Rusia. De ahí la decepción de Occidente que, incluso con amenazas de sanciones,  no ha podido lograr de Xi Jinping una declaración de crítica a Rusia por su actuación en la guerra y ha visto cómo han caído en saco roto sus exigencias de que Beijing presione a Moscú para detener la guerra. Sin embargo, esa postura daba a los aliados de Ucrania la oportunidad para alejar a China de Rusia o, cuando menos, sembrar cierta incertidumbre en esa relación. La negativa china a condenar los actos de Rusia y a unirse a las sanciones hacía posible que la presencia de un enviado chino en Suiza fuera presentada como un cambio de rumbo de Beijing y el inicio de un mayor aislamiento de Rusia.

Tras una publicación de Reuters, que daba por hecho que China no enviará finalmente a ningún representante, uno de los periodistas de la agencia buscaba el jueves el comentario de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores china. “China concede gran importancia a que Suiza organice la primera Cumbre sobre la Paz en Ucrania y ha mantenido una estrecha comunicación con Suiza y las partes pertinentes al respecto desde principios de este año”, afirmó Mao Ning a la pregunta del periodista antes de pasar a reflejar nuevamente la postura de Beijing. “China siempre ha mantenido que la conferencia internacional de paz debe cumplir los tres elementos importantes de reconocimiento tanto de Rusia como de Ucrania, participación igualitaria de todas las partes y discusión justa de todos los planes de paz”, explicó.

La postura china se basa en su actuación a lo largo de los dos últimos años, en los que ha propuesto incluso su hoja de ruta para la resolución del conflicto y se ha presentado como aspirante a la mediación. Desde ese momento, Ucrania ha tratado sin éxito de lograr un acercamiento a Beijing que supusiera arrebatar a Rusia a su aliado más importante en estos momentos. El esfuerzo realizado ha logrado únicamente una conversación con el presidente Xi, aunque no su presencia junto a Volodymyr Zelensky en la fotografía más importante para el presidente ucraniano. Las circunstancias del frente son complicadas y Ucrania se enfrenta a la posibilidad de una aún mayor escalada. Esta semana, Kiev ha recibido el permiso de utilizar las armas occidentales contra objetivos militares rusos cercanos a la frontera de Járkov de una decena de países, incluidos Alemania y Estados Unidos -este último no públicamente, aunque la información ya ha sido filtrada-, por lo que ha de esperarse un aumento de la intensidad de los combates, una expansión de la guerra y una aún mayor implicación de los países occidentales. En ese contexto de clara escalada, al que Rusia posiblemente responda intensificando sus ataques, exigir la presencia de Xi Jinping era un acto de insolencia propio de quien acostumbra a lograr todos sus objetivos.

A lo largo del conflicto, Ucrania ha logrado la protección de sus socios ante su flagrante incumplimiento de los acuerdos de paz firmados, ha tenido su apoyo a la hora de lograr contratos privilegiados de tránsito de gas, ha dispuesto de armamento defensivo cuando ha sido atacada y poco a poco ha obtenido el equipamiento que exigía de sus socios. Esta semana, Kiev ha logrado luz verde a los ataques transfronterizos utilizando armamento occidental. Y lo ha hecho tras argumentos tan inconsistentes como el discurso de Volodymyr Zelensky en una de sus últimas entrevistas. “Las tropas rusas se burlan de los ucranianos y los cazan. Las Fuerzas Armadas rusas entienden que los vemos, pero no podemos alcanzarlos con nuestras armas”, ha afirmado el presidente ucraniano, pese a que Ucrania dispone y utiliza armamento capaz de alcanzar cualquier posición que se encuentra a la vista sin necesidad de utilizar munición occidental. Las recientes incoherencias de Zelensky no se limitan a este episodio y han sido reflejadas incluso por la prensa occidental. En sus declaraciones más extrañas, el presidente ucraniano llegó a sugerir que Rusia invadió Ucrania bajo un acuerdo con los países occidentales. En relación a este tipo de comentarios y citando a personas cercanas al líder ucraniano, Financial Times utilizaba esta semana la palabra paranoia para definir el estado mental del presidente. “Zelensky tiene gran ansiedad por la situación militar, pero especialmente sobre la conferencia de paz de junio”, escribe el medio poniendo esas palabras en boca de una oficial ucraniano.

La importancia de la cumbre para Zelensky es evidente. El presidente ucraniano busca una imagen de unanimidad, una fotografía de consenso a favor de la exigencia ucraniana de rendición rusa. Toda cumbre de paz en un momento en el que la parte convocante busca poder bombardear con mayor intensidad a su oponente ha de ser tenida en cuenta como un acto de cinismo. En este caso, la ausencia de una de las partes en conflicto hace que la cumbre sea realmente un ejercicio de relaciones públicas que el presidente ucraniano quiere compartir con los jefes de Estado y de Gobierno de sus aliados, pero también de los de Rusia. El engaño no ha funcionado con el país más importante de esa segunda lista, China. Tras insistir en la obviedad de que ha de invitarse a las partes en conflicto, la portavoz de Ministerio de Asuntos Exteriores de China insistió en que “de lo contrario, la conferencia de paz difícilmente podrá desempeñar un papel sustantivo en el restablecimiento de la paz. Estos elementos propuestos por China son justos, legítimos y no van dirigidos contra ninguna de las partes. Están recogidos en los Entendimientos Comunes sobre la Solución Política de la Crisis de Ucrania publicados conjuntamente por China y Brasil recientemente y reflejan la preocupación universal de la comunidad internacional, especialmente de los grandes países en desarrollo”, añadió insistiendo en la exigencia china de participación y reconocimiento de Rusia y Ucrania. El comentario no es solo la reafirmación del comunicado chino-brasileño de hace una semana, sino la confirmación de la existencia de dos bloques claros, con Occidente dispuesto a arriesgarse a una escalada de imprevisibles resultados para evitar tener que cruzar la línea roja de la diplomacia y el Sur Global, que se mantiene en una posición neutral que simplemente busca detener la guerra en Europa. Esa realidad es la que hace añicos las aspiraciones ucranianas de forzar la rendición rusa a base de presión política y económica de sus socios en busca de un aislamiento de Moscú que ha fracasado tanto como lo hicieron las sanciones.

Comentarios

Aún no hay comentarios.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Reportes del frente archivados.

Registro

junio 2024
L M X J V S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
Follow SLAVYANGRAD.es on WordPress.com

Ingresa tu correo electrónico para seguir este Blog y recibir notificaciones de nuevas noticias.

Únete a otros 47K suscriptores

Estadísticas del Blog

  • 2.247.155 hits