Llegaremos hasta vosotros, [nosotros, los] hombres que amamos la muerte tanto como vosotros amáis la vida. Por mi vida, estamos viniendo para sacrificaros, ¡oh vosotros tiranos!
Abu al Baraa al Urduni, dirigiéndose a los parlamentarios jordanos.
En su web, la organización MEMRI publicó el pasado día 7 de diciembre un artículo en el que detalla el contenido de un vídeo del ISIS que glosa a uno de sus soldados, el alangmasien Abu al Baraa al Urduni. El joven jordano falleció en una misión suicida contra instalaciones del ejército iraquí en los alrededores de Ramadi, capital de la provincia de Anbar. El vídeo, de algo más de 10 minutos de duración, fue publicado el día 6 por la oficina de información del ISIS en esa provincia iraquí con el título «Walaa’ wa-Baraa’. Ese mismo día, algunas cuentas especializadas de Twitter, como la de Terrormonitor.org, ya recogían la difusión de las imágenes.
El vídeo es un pretendido homenaje del Estado Islámico a Mohammad Dalaeen, hijo del parlamentario jordano Mazen Dalaeen. Presenta su transformación de joven occidentalizado que estudiaba medicina en Járkov, Ucrania, en un suicida del ISIS, completamente leal a esta organización hasta el punto de aceptar su propia muerte.
El vídeo trata de contraponer la lealtad al Islam, y el compromiso con la defensa de los musulmanes, de Mohammad Dalaeen con la actitud de su padre, Mazen, y otros parlamentarios jordanos que, según el ISIS, se limitarían a servir al taghut [tirano] rey Abdallah II de Jordania. En la grabación, antes de lanzarse a su misión suicida, Al Baraa amenaza al rey jordano, advirtiéndole de que, tarde o temprano, recibirá su castigo divino. En su discurso de despedida, Dalaeen amenaza además a los miembros del Parlamento jordano, entre los que se encuentra su propio padre, diciendo que los miembros de ISIS avanzarán hasta ellos y les sacrificarán como enemigos y apóstatas. El vídeo también denuncia el papel de los clérigos salafistas, incluidos los vinculados a Al Qaeda. Según sus narradores, no serían sino esbirros al servicio de los tiranos que controlan los países árabes de la región.
La actitud de Al Baraa es idealizada por el ISIS como la del joven que, para mantener su lealtad con el Islam, es capaz de renunciar incluso a su familia y a su padre. El título del vídeo juega precisamente con los distintos sentidos de las mismas palabras árabes, combinando lo que podría ser traducido como Lealtad y Enemistad, por un lado, con lo que también podría ser interpretado como una referencia a los temores impuros que se transmiten en los hogares de origen. El mensaje central, muy propio del discurso sectario, es que la lealtad al ISIS, como referencia de Dios y su Profeta en la tierra, es más sagrada que la que se debe a la propia familia.
Al comentar los últimos contactos mantenidos en Facebook con Abu al Baraa, su padre había comentado el profundo distanciamiento de un hijo que insistía en su comportamiento anti-islámico. “Fue muy cruel conmigo, como si no fuera mi hijo”. “Me dijo que era un infiel y que no temía a Dios, y que legislaba contra el Islam en el Parlamento”, comentó entonces Mazen Dalaeen.
En el relato que se narra en el vídeo del ISIS hay sin embargo un elemento por completo incompatible con la verdad. Según la grabación, el punto de inflexión en la vida de Mohammad Dalaeen fue la captura por ISIS del piloto jordano Moaz Al-Kasasbeh, vecino de su ciudad natal de Ai en Jordania. Habría sido el suceso que le habría permitido entender que el gobierno jordano estaba librando una guerra contra el Islam y los musulmanes. Según los propagandistas del ISIS, no le quedaba entonces otra opción que limpiar la vergüenza que suponía el compromiso familiar con ese gobierno tirano.
Pero, como revela el hecho de que Mohammad acompañara a su padre Mazen en la manifestación de duelo por la muerte cruel del militar quemado vivo en su jaula, esa interpretación no se corresponde con la verdad. Abu al Baraa al Urduni no murió luchando contra el régimen jordano sino contra el ejército de Irak. Y la muerte de Al-Kasasbeh tampoco parece que fuera el elemento central en su conversión en suicida. Esta conversión tiene otro origen que no hay que buscar en Jordania. Es en Járkov en el que se inició el proceso decisivo de radicalización, impulsado por un grupo de fanáticos islamistas, azeríes, chechenos y tunecinos, y por su propia mujer, una joven ucraniana convertida al Islam.
Un artículo publicado por distintos medios el día 13 de diciembre aborda el proceso de reclutamiento entre los jóvenes universitarios jordanos, afectados por el nepotismo político de Jordania y por las altas tasas de paro, un proceso que también se extiende a las mujeres. El artículo habla del caso de una joven estudiante reclutada por el ISIS en Ai, el lugar de nacimiento de Dalaeen. En él vuelve a aparecer el papel central de Turquía como localización de los centros de acogida de los nuevos reclutas antes de su paso hacia Siria. Poco importa que partan de Ucrania o de Jordania, todos pasan por el estado de Erdogan.

Imagen panorámica del área universitaria de Járkov en la que estudió Mohammad Dalaeen, Abu Baraa al Urduni, que aparece en el vídeo de ISIS en el que se narra su martirio
Isis y Ucrania
La presentación del vídeo sobre Abu Baraa al Urduni sólo ha sido posterior en algunos días a la mención a Ucrania en el número 12 de la revista internacional en inglés del ISIS, Dabiq. En ese número, el grupo extremista comenta el papel de Rusia en ese país.
El elemento central de la reflexión es la reciente implicación de Rusia en el conflicto sirio, en un contexto que los teóricos de la organización terrorista presentan en términos del enfrentamiento entre Occidente y Rusia en Oriente Medio para en región. Según el redactor del artículo de Dabiq, Rusia estaría cayendo en una trampa en la zona.
El artículo empieza señalando que “El oso pardo embriagado –Rusia– salvajemente pero torpemente golpea aquí y allí … Y mientras está en guerra con sus rivales occidentales en Ucrania, ha decidido entrar en otro conflicto con Occidente, apuntando a los Sahwah [los salafistas pro-saudís y anti-ISIS] aliados de América en Sham [Siria]”. Y tras señalar que Rusia también han abierto nuevos frentes contra el Estado islámico, tanto en Siria como en Irak, sentencia: “Y así, el oso pardo borracho – cegado por su arrogancia sanguinaria – ha decidido lanzarse en la trampa del cazador”.
¿Por qué la acción contra el ISIS es una trampa? Porque si es cierto que la acción reivindicada de derribo de un avión de pasajeros conteniendo a “224 cruzados orientales”, incluyendo a niños y niñas, pudiera interpretarse en términos de represalia por la intervención en Siria, poco aporta a la voluntad decidida del ISIS de oponerse a Rusia. Así, el mismo artículo afirma a continuación que “el Estado Islámico continuará atacando a Rusia hasta que la Sharia retorne a todas las tierras de los Musulmanes usurpadas por los Cruzados rusos y hasta que Rusia pague la jizyah [el impuesto que deben pagar los no musulmanes por vivir al margen de la fe musulmana] en humillación”.
Es precisamente esa realidad de confrontación histórica del yihadismo moderno con Rusia, de Afganistán a Daguestán, pasando por Chechenia, la que explica por qué ese yihadismo nunca predicará la política de pacto y concertación, aunque fuera meramente temporal, que sí estaría dispuesta a practicar con algunas potencias occidentales. Cuando el líder del Batallón Sheikh Mansour saluda con su índice derecho extendido, Muslim Cheberloevky no está indicando necesariamente una afiliación con ISIS. Pero sí ratifica la misma declaración de guerra contra Rusia que realiza esa organización en el número 12 de Dabiq. Una declaración que, de manera inevitable, se traduce en confluencia de intereses y en potencial colaboración.
Es el mismo dilema al que se enfrenta la propia Ucrania, tan necesitada de colaborar con Occidente en la lucha contra el ISIS como de aprovechar cualquier apoyo en su lucha por el mismo objetivo: liquidar cualquier recuerdo del mundo ruso en tierras bajo dominio del nacionalismo ucraniano. Por esa razón, si Ucrania podrá detener puntualmente a algunos miembros del ISIS, como recientemente sucedió en Vinnitsa, al mismo tiempo su SBU se negará a actuar de manera decidida contra las bases de la organización en lugares como Járkov o su ejército contra la posible implicación de militantes yihadistas en los Batallones musulmanes implicados en la zona ATO.
Al contrario, pese a que reconoce a Ucrania como miembro de la coalición anti-ISIS, será difícil encontrar en los documentos y en la propaganda de la organización el tipo de crítica a Ucrania que aplica al resto de los estados, occidentales u orientales, que el ISIS declara formar parte del ejército de los Cruzados en el mundo.
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