Yatseniuk y el Partido de la Guerra

En una entrevista exclusiva al periódico Pravo, adelantada en parte el 3 de enero por Novinki.cz, el Presidente de la República Checa, Milos Zeman, señala que Arseny Yatseniuk no quiere una solución pacífica en Ucrania y se refiere a él como “el primer ministro de la guerra”.

En sintonía con las declaraciones del Kremlin, que durante meses han calificado como “partido de la guerra” al Gobierno de Yatseniuk y a los partidos que lo apoyan, mientras que han afirmado que Poroshenko era la mejor opción para obtener la paz, Zeman afirma que la política de Kiev tiene dos caras. Mientras que el Presidente Petro Poroshenko podría ser un hombre de paz, la postura del Primer Ministro del Gobierno de Ucrania se caracteriza, según Zeman, por una posición inflexible hacia los rebeldes del este del país. «A juzgar por algunas de las declaraciones del primer ministro Yatseniuk, creo que es más bien el primer ministro de la guerra, no quiere la solución pacífica recomendada por el conjunto de la Comisión Europea, quiere resolver este problema por la fuerza», señala.

En la entrevista, Zeman considera por otra parte que el derrocamiento de Yanukovich en febrero de 2014 no puede asimilarse a la revolución de terciopelo de 1989 en la antigua Checoslovaquia. Para él, en Maidan no hubo una revolución democrática y la situación actual de Ucrania se parece más bien a una guerra civil. Esta parte de la declaración es significativa ya que, como Vaclav Havel y Vaclav Klaus, Zeman tomó parte activa en 1989 en el Foro Cívico que impulsó el proceso de cambio en Checoslovaquia.

Los puntos de vista de Zeman sobre Rusia y Ucrania han dado lugar a ataques al Presidente, considerado como pro-ruso, una circunstancia que parece estar afectando al nivel de confianza de la población, con un declive en los sondeos. La expresión más clara de la insatisfacción de la parte más anti-rusa de la población checa fueron los gritos, silbidos y tarjetas rojas que se le dedicaron en la celebración del 17 de noviembre de 2014. Zeman no descarta que esta manifestación en su contra hubiera encontrado respaldo en la embajada de EE.UU. en Praga, aunque reconoce que se trata de una hipótesis y que en este momento no existen pruebas al respecto.

Según el portal Parlamentnilisty.cz, Zeman habría aceptado la invitación de Putin para celebrar en Moscú el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en mayo de 2015.

Las declaraciones de Zeman no han gustado a algunos sectores en Ucrania. La televisión Ukraine Today, reciente creación del oligarca Igor Kolomoisky para librar una guerra mediática contra Russia Today (RT),  aprovechó estas declaraciones para recordar al presidente checo su caída en los sondeos y la pérdida de audiencia de su mensaje navideño y, citando a medios checos, pasó a acusar a Zeman y a su partido de recibir financiación de Lukoil.

La posición del Presidente de la República Checa contrasta con la beligerancia de su homóloga lituana, Dalia Grybauskaite. En una entrevista a BBC Ucrania el mismo 3 de enero, la Presidenta de Lituania defiende posiciones completamente diferentes a la de Zeman. Señala así en la entrevista: “Vemos en el este de Ucrania que Ucrania se bate por la paz en Europa, la soberanía de los Estados independientes y la primacía del Estado de Derecho en su territorio”. Impulsora del batallón lituano-polaco-ucraniano, y defensora de la tesis de que Rusia se comporta como un estado agresor y terrorista, nos recuerda que, como Yatseniuk, Grybauskaite es una de las principales activistas en Europa del Partido de la Guerra. La postura de Zeman, por su parte, deja claro que no hay en la Unión Europea unanimidad en la postura sobre el conflicto de Ucrania ni en la relación con Rusia.