Artículo Original: Denis Grigoriuk Ardía el veraniego sol de abril. Se hizo agobiante salir a la calle vistiendo el chaleco antibalas en una mano, el trípode en la otra y la mochila con cámaras y lentes a la espalda. Pero tras la reciente visita a Zaitsevo, no quiero arriesgarme a ir a la zona peligrosa … Sigue leyendo →