Entrada actual
Biletsky, Diplomacia, Ejército Ucraniano, Estados Unidos, Ucrania, Zelensky

Diplomacia y protestas

“La delegación ucraniana ha llegado a Turquía dispuesta a dar pasos significativos hacia la paz y un alto el fuego total, pero todo dependerá de si la parte rusa está dispuesta a adoptar un enfoque constructivo”, escribía ayer por la tarde Reuters citando una fuente diplomática de la delegación ucraniana en la que fue la declaración más optimista pronunciada en las horas previas a la tercera reunión entre Rusia y Ucrania celebrada ayer por la noche en Estambul. Al contrario que la delegación rusa, que llegó directamente a Estambul liderada por Vladimir Medinsky, que vestía un polo en el que podía leerse “Putin team”, el equipo ucraniano, con Rustem Umerov al frente, visitó en primer lugar Ankara. El objetivo era reunirse primero con Erdoğan, una forma de implicar directamente a Turquía en las negociaciones, ganarse el apoyo de un aspirante a mediar en el proceso y continuar insistiendo en el principal objetivo de Ucrania: lograr una reunión entre presidentes.

Aunque ambas delegaciones habían rebajado, prácticamente desde el anuncio de la fecha de la reunión, las expectativas de lo que podría conseguirse en este encuentro, las declaraciones mostraban también una posición muy similar en uno de los aspectos clave de este proceso de negociación de todo menos de las cuestiones políticas. A lo largo del día, tanto desde el portavoz de Vladimir Putin hasta el presidente Zelensky pasando por miembros de ambas delegaciones habían resaltado la importancia de acordar nuevos intercambios de prisioneros. Ese ha sido el principal resultado de este proceso que nunca ha llegado a ser de negociación ante las diferencias entre los dos países sobre el significado de la palabra y el interés por conseguir un formato de diálogo diferente al que se desarrolla, de forma intermitente y sin la continuidad ni el contenido político necesario, en Turquía. “He escuchado lo que están diciendo”, respondió Vladimir Medinsky, una de las figuras más criticadas por Ucrania por su cercanía a Vladimir Putin, al ser preguntado por el objetivo de Ucrania de impulsar la idea de una cumbre de presidentes. Como en las dos ocasiones anteriores, ni Rusia ni Ucrania habían escondido cuál era la agenda que tratarían de imponer en la reunión. Por parte de Rusia, Dmitry Peskov había insistido en que no debía esperarse un gran avance, pero resaltaba, como también hacía Ucrania, la importancia de seguir acordando intercambios de prisioneros. Estos canjes permiten a las partes recuperar a sus soldados, algunos de ellos dados por desaparecidos, y, lo que quizá sea más importante, alegar avances con los que mostrarse dispuestas a avanzar hacia la paz sin realizar concesiones políticas importantes. Hasta ahora, la treta había servido a los intereses de ambos países y había hecho ganar tiempo a Rusia ante la creciente impaciencia de Donald Trump.

La reunión de ayer fue la primera realizada desde que Donald Trump se sumara al lenguaje del ultimátum que ya habían utilizado los países europeos y diera a Vladimir Putin 50 días para lograr un acuerdo, que ni siquiera precisó realmente si debía ser de alto el fuego o de paz. “Como es natural, nadie espera un camino fácil. Va a ser un conversación muy difícil”, había declarado antes de la reunión Dmitry Peskov, dando a entender que la estrategia rusa no había cambiado pese a recaer sobre sus hombros la responsabilidad de desactivar la amenaza de Donald Trump a base de ceder ante la voluntad de Ucrania o lograr que Kiev modifique su posición de no negociar cuestiones políticas en el formato de Estambul. “Los proyectos [de los dos países] son diametralmente opuestos”, insistió anticipando el resultado de la reunión.

Por parte de Ucrania, Mijailo Podolyak, asesor de Andriy Ermak en la Oficina del Presidente, resumió en pocas palabras la postura con la que llegó a Turquía la delegación de Kiev. “El formato de Estambul cumple propósitos importantes y específicos. El primero es el intercambio de prisioneros. Las dos rondas anteriores aumentaron significativamente el número de ucranianos liberados, incluyendo civiles. El segundo es el regreso de los niños deportados. Esta misión humanitaria debe convertirse en un punto central de discusión. El tercero es la preparación para futuras negociaciones de alto nivel. Las decisiones finales en el Kremlin las toma una sola persona. El presidente Zelensky ha enfatizado repetidamente que el fin de la guerra solo es posible con la participación directa de ambos jefes de Estado”, escribió horas antes del inicio de la reunión. El interés de Ucrania en este formato es únicamente el aspecto humanitario, algo en lo que la coincidencia con Rusia es prácticamente absoluta, y la presión política.

Como ya había desvelado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania y posteriormente confirmado Zelensky, por parte de Ucrania no hay autorización para realizar negociaciones más allá de la presión a Rusia para aceptar el alto el fuego incondicional del ultimátum europeo. Pese a que es Zelensky quien ha impuesto ese veto y quien exige que sean los presidentes los que se reúnan en busca de un acuerdo de resolución de la guerra, según el discurso ucraniano, es Moscú quien hace imposible el diálogo, ya que la delegación encabezada por Medinsky no tiene mandato para negociar. En el mundo al revés de la narrativa propagandista de la guerra, en realidad el equipo ruso es el que trata de negociar cuestiones políticas con el liderado por Umerov.

El principal resultado del encuentro, como en los dos anteriores, fue el aspecto positivo que supone que dos bandos en guerra desde 2022 dialoguen de forma directa. Cualquier diálogo, incluso el más frustrante, es preferible al silencio de los tres años anteriores, en los que la única vía posible de resolución era la continuación eterna de la guerra sin siquiera los gestos más básicos de intercambiar prisioneros, civiles que quisieran regresar al otro lado del frente o soldados gravemente heridos. Como en ocasiones anteriores, la continuación de ese proceso es el resultado más tangible de la reunión de ayer, incluso más breve que el segundo encuentro. Rusia y Ucrania no solo coinciden en destacar la importancia de la realización de intercambios de prisioneros, sino en la firmeza con la que se aferran a su posición de máximos: Rusia exige negociar en el formato de reuniones técnicas que den lugar a un tratado al que puedan dar el último toque los presidentes mientras Ucrania exige pasar directamente a una reunión de jefes de Estado. Como muestra de cierto avance, las partes acordaron un nuevo intercambio de 1200 prisioneros por cada parte. Como era de esperar, ese fue el único acuerdo alcanzado, ya que Rusia rechazó nuevamente la idea ucraniana de una cumbre de presidentes. Evitando el formato de reuniones técnicas, Zelensky aspira a elevar el formato a una cumbre en la que disponga del apoyo que supondría la presencia de los presidentes Trump y Erdoğan. Moscú, como hasta ahora, exige un trabajo previo antes de un encuentro de presidentes, sin sentido cuando no hay siquiera una hoja de ruta que negociar.

En esa tesitura, la posición de Ucrania sigue siendo la misma, exigir a sus aliados más armas para su ejército y sanciones contra Rusia. “Un avance real en las negociaciones con Rusia no se producirá hasta que el Kremlin sienta sanciones sustanciales y presión militar. Nuestros socios estadounidenses y europeos lo comprenden claramente. Por ello, el enfoque actual se centra en aumentar la presión sobre Rusia, a la vez que se amplía la capacidad de Ucrania para atacar objetivos militares enemigos en su territorio”, escribió Podolyak. El ultimátum de Donald Trump ha provocado que Ucrania tenga aún menos incentivos de negociación directa con Rusia en las condiciones actuales de debilidad en el frente y dudas en la situación política interna. La apuesta del equipo de Zelensky sigue siendo mantener la dinámica de negociaciones puramente humanitarias a la espera del paso de los 50 días de gracia que Trump dio a Vladimir Putin y cruzar los dedos para que esta vez, no como con los 18 paquetes anteriores, las sanciones consigan para Kiev el objetivo de derrotar mágicamente a Rusia.

Sin embargo, la principal noticia del día en Ucrania no fue la reunión de Estambul, sino la continuación de la disputa entre el ala nacionalista liberal vinculada a las ONG’s y el Gobierno de Zelensky, bando al que rápidamente se ha sumado la facción de Biletsky de Azov con un discurso llamativamente similar al del presidente. “Los agentes rusos no pueden tener inmunidad”, afirmó Andriy Biletsky, fundador y líder político del movimiento Azov, mostrando su apoyo a la alegación del Gobierno de que las personas que en este tiempo han sido investigadas u hostigadas por el SBU eran, como es costumbre en Ucrania cuando se intenta difamar a un oponente, agentes del Kremlin. Zelensky, que la noche del martes, cuando habían comenzado ya las manifestaciones contra la medida, firmó la ley que dejaba las estructuras anticorrupción creadas por y para Occidente bajo control de la Fiscalía General, se reunió ayer con representantes de las diferentes agencias en disputa.

“Reuní a todos los jefes de los organismos policiales y anticorrupción de Ucrania, junto con el Fiscal General. Fue una reunión muy necesaria: una conversación franca y constructiva que realmente ayuda. Todos compartimos un enemigo común: los ocupantes rusos. Y defender al Estado ucraniano requiere un sistema policial y anticorrupción lo suficientemente sólido, uno que garantice un verdadero sentido de justicia”, escribió el presidente tratando de oficializar la nueva situación. Sin embargo, la presión no es solo de las manifestaciones en las calles, en las que pudo verse a grandes grupos de jóvenes y a algunas figuras políticas como los hermanos Klitschko, sino también de la Unión Europea y de la prensa afín al sector que ahora se siente contrariado. “Todos escuchamos lo que dice la sociedad. Vemos lo que la gente espera de las instituciones estatales: justicia garantizada y el funcionamiento eficaz de cada una. Debatimos las decisiones administrativas y legislativas necesarias para fortalecer la labor de cada institución, resolver las contradicciones existentes y eliminar las amenazas. Todos colaboraremos. A nivel político, brindaremos apoyo”, añadió sin mencionar expresamente las primeras manifestaciones en su contra desde el inicio de la guerra, pero abriendo la puerta a futuros cambios. Con dificultades en el frente, movilizaciones internas, artículos nacionales e internacionales presentando la medida como el fin de la democracia y apuntando directamente contra su persona y veladas amenazas de la Unión Europea, Zelensky no puede permitirse continuar con un pulso en el que posiblemente solo tenga un aliado extranjero, Donald Trump, consciente de que fue la agencia anticorrupción la que dio al Partido Demócrata material comprometido contra Paul Manafort, el que en 2016 fuera brevemente miembro de su equipo de campaña. Sin embargo, en esta ocasión, la opinión relevante no es la del presidente de Estados Unidos, sino la de la Unión Europea, cuya financiación es imprescindible para el sostenimiento del Estado. Ayer por la tarde, los medios europeos informaban de que Úrsula von der Leyen había pedido explicaciones a Zelensky.

 “Acordamos que la próxima semana habrá una reunión de trabajo exhaustiva sobre el plan de acción conjunto. Y en dos semanas, debe estar listo un plan conjunto que describa los pasos necesarios que se implementarán para fortalecer a Ucrania, resolver los problemas existentes, brindar mayor justicia y proteger verdaderamente los intereses de la sociedad ucraniana”, concluyó el presidente ucraniano tratando de presentar lo que parece que será una nueva modificación en la ley, no como una evidente derrota política de un presidente que se creyó más fuerte de lo que en realidad es, sino como un gesto magnánimo en busca de una justicia que ni el Estado ucraniano ni las instituciones anticorrupción han garantizado en la última década.

Comentarios

Aún no hay comentarios.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Reportes del frente archivados.

Registro

Follow SLAVYANGRAD.es on WordPress.com

Ingresa tu correo electrónico para seguir este Blog y recibir notificaciones de nuevas noticias.

Únete a otros 2.260 suscriptores

Últimos resúmenes del frente

Estadísticas del Blog

  • 2.505.476 hits