En junio del año pasado, Lindsey Graham, el amigo de Ucrania dispuesto a luchar “hasta el último ucraniano” y que habitualmente ejerce de avanzadilla de ideas que a la postre van a convertirse en dogma, fue el primero en resaltar que “Ucrania se asienta sobre trillones de dólares en minerales”. Era el pistoletazo de salida … Sigue leyendo →